iNSiDE

We all begin out with good intent, when love is raw and young, we believe that we can change ourselves, the past can be undone, but we carry on our back the burdens time always reveals, in the lonely light of morning, in the wound that would not heal, it's the bitter taste of loosing everything , i've held so dear... FEAR!

presentes.-

9 mar 2012

¿Cuánto estamos dispuestos a perder?




Perder para ganar. Una frase dura, simple, pero abismantemente desafiante. Un camino que creo sólo los valientes con fuerte convicción en un ideal supremo, están dispuestos a seguir. Camino que indudablemente está acompañado de una característica especial: “nada”. Así es, nada. Es solo la meta y tú, aquel desafío de saber que perderás quizá algún deseo o algo que considerabas prioridad en tu vida, pero que lógicamente, si te das el tiempo de analizarlo, llegas a la conclusión de que es un paso necesario para llegar a algo mayor, algo que se ha convertido en más que una simple idea, algo que si le das vueltas y vueltas, de un momento a otro, entenderás que es más que una moda de la que todos están siendo protagonistas, algo más que una demanda, una necesidad.
Toda la vida está envuelta de decisiones y nosotros mismos día a día somos parte de procesos simples en los que una sencilla decisión nos dirige hacia algo más sublime, más admirable. Y es que la vida es una melodía de desafíos, sin ellos, vivir sólo sería algo mecánico y funcionalista de acciones sin reacciones.
Cuando nacemos, nuestro primer desafío es “hablar”, luego que logramos más que hablar, comunicarnos, nuestro siguiente desafío es “caminar” y así, nuestra vida se comprende de desafíos que una vez logrados, necesita de otros aún mayores por cumplir, para poder llegar a aquella meta tan ansiada que cada uno tiene en particular y que se ha propuesto a lo largo de su vida. Estrictamente, entonces, entendemos que las decisiones –sean pequeñas, grandes, insignificantes, conscientes o inconscientes- se enmarcan dentro de grandes procesos, que precisamente son llevados a cabo con una consciencia, un raciocinio claro y limpio de saber que el desarrollo de la vida implica satisfacción de ciertas necesidades, y lo quieras o no estás inserto en ellas… Y vas entendiendo que en la vida hay procesos, circunstancias, hechos, o simplemente cosas que no puedes evitar, que por lo mismo, existirán decisiones necesarias para alcanzar un bien aun mayor, y sin ellos mismos, los imprescindibles en nuestra vida, los que  nos llenan de sonrisas infinitas, de suspiros eternos, de quietud y calma inexorable que te lleva a un punto exacto de satisfacción aguda y armoniosa con dulces toques de hedonismo, pero que en un perfecto equilibrio no dañan a nadie, solo conformismo rondaría tu mente y menear la cabeza a diario sería tu mejor compañero, quizá cuestionándote agónicamente qué hubiera pasado si hubieras tenido una actitud distinta ante tal demanda, o si hubieras hecho esto o aquello… sólo sé que la frase que me dijeron un día ha sido el amigo más fiel en estos momentos de mi vida y es: “Simplemente, las decisiones no son para arrepentirse…”  y así, podríamos hacer una lista bastante amplia de los resultados de un desafío cumplido, pero nadie más que tú, sabe lo que sientes emocional y racionalmente al cruzar esa meta con los brazos en alto luego de pasar por esa banda que recorre tu cintura luego de tantos kilómetros recorridos.
 Perfectamente podemos entender que todo es necesario para asimilar con la mente y el corazón que más que una demanda social, es una necesidad. Ser lo que eres, ser quien eres, no debe impedir el logro de tu realización, solo la consciencia clara y tranquila de quien eres y quien es el otro que está junto a ti y hacia dónde van, te permitirá completar el camino que debes seguir para alcanzar aquel sueño, por que “no los dejaremos dormir si no nos dejan soñar”.
Un verdadero cambio exige una verdadera revolución, una de pie a cabeza, desde adentro hacia afuera, abarcando todos los elementos de la sociedad, incluso los invisibles como los emocionales; y una verdadera revolución es entendida como un proceso radical, algo así como un giro en 180°, no volver al mismo punto, ya que eso significaría llegar al mismo fin, al fracaso.
 Solo unidad y consciencia son necesarios para avanzar y construir lo que verdaderamente pide a gritos la sociedad, y en silencio lo pide la cultura, la geografía tu mente y tus sentimientos…
Con estos dos simples elementos, el colapso total del mercado será un paso espontaneo e instantáneo, que en un principio se disfrutará, pero quizá con el tiempo duela, estorbe y queme nuestra piel, pero valdrá la pena, la desintegración del sistema es el único medio por el cual las necesidades serán entendidas, escuchadas y resueltas; por que veámoslo o no, ellas aun no son ni entendidas, ni escuchadas, ni resueltas. La pregunta del millón por tanto es: ¿Cuánto estamos dispuestos a perder?  “No los dejaremos dormir si no nos dejan soñar”.

Lomismo-quetu
"No los dejaremos dormir si no nos dejan soñar"

No hay comentarios:

Publicar un comentario