Material del Pasado .-

algo añejo/parte igual

Su suave caminar hacia el salón, determinan los destellos de magia para el fututo. Su mirada es a algo similar a una nota musical, que en su conjunto con su pelo y su sonrisa forman un acorde melodioso lleno de dulzura. 

Sencillamente la armonía recorre todo su cuerpo, alegría y sinceridad llevan el compás de aquella melodía. Cada ritmo empleado por sus palabras escriben partituras esenciales para la sinfonía de la vida, es la que con cada respiro y cada silencio envuelven el sentido y registro de la melodía.

La doble línea que se puede leer desde su mirada: fuego y dulzura con cada parpadear... Como el color de la miel cuando sonríe y como bosque en llamas cuando su mirada baila con...la de ella. Juntas al compás del latido de su corazón.

Sus pasos desbordan  sencillez e incertidumbre a-sincopada, pero es su corazón, su alma, la que marca cada tempo de aquella canción. Nada se escapa de su tonada, su pelo, y sus manos, sus ojos y sus labios, su piel y su fragancia, son sencillamente un complemento perfecto al toque de cada nota que su ser por completo emite.

La cadencia esta dada por cada lunar que baña su piel dorada, además de sus suaves y frías manos, perfectas sin embargo, perfectas para el calor que determina el sonido de su voz. Todo el compas, todo el ritmo, todas las notas, todo, esta a tiempo, entre palabras vacías, miradas continuas que solo callan y suspiros que dan la altura necesaria para cada nota.

La sinfonía que el dirige, es tan frágil y delicada, tan fría e indescifrable, tan aguda y tan grave, tan sencilla y tan deseable... Como manzano entre arboles silvestres, como flor en primavera, como lluvia en tierra seca, así es el. Oro finísimo baña su cabeza, como la seda suave y tersa, sus labios como lirios que destilan mirra fragante, su cuerpo como claro marfil cubierto de zafiro, su paladar, dulcísimo...

Mas agua y fuego, sostenidos y bemoles, sincopas y a-sincopas, sus ojos y su boca a tempo están...su distancia y sus palabras, también.