Es y no es .-

Resulta siempre tan complejo hablar de uno mismo cuando a través del tiempo solo has sido parte de otros, y en ese trajín cotidiano,  todo solía ser más simple, más sencillo… intentando dar sentido a situaciones normalmente complejas, comprendo que el desvanecimiento sublime del cual fui testigo, no es más que un respiro, una pausa en toda esta eternidad. Sin embargo,  nunca me pregunté  hacía dónde llegaría todo esto. Y hoy, idiotamente caigo en la más bastarda tragedia, en la más magnánima e hilarante de las aventura. Fin de la historia, lo hice y las respuestas no tardaron en aparecer. Algo de banalidades, de esas que te irritan, comenzaron a hacer eco en mi mente; hasta qué punto seré parte de tanta superficialidad que apaga y empaña verdades históricas plagadas de suspiros, hasta qué punto tendré la vista cegada de ambiciones hedonistas de doctrinas que sólo desfilan frustraciones antagónicas llenas de remordimiento inexplicable, de siluetas cargadas de reprimidos sueños e ideales, incluso, despiadadamente, de ansias de sí mismo, de un mal endémico que ataca nuestras más profundas fantasías con tonos cálidos tan bellos como el Calipso. Solo un montón de baratas pero presentes realidades disfrazadas de simpleza y sencillez, Nunca me pregunté qué dirán de mí? Sin embargo lo hice, y las respuestas no pararon en aparecer… Hasta que me cansé de toda esa absurda retórica impregnada de ignorancia, con toques de rencor y envidia, que de seguro ni ellos mismos entienden. Decidí por lo tanto pensar en mí. Algo más complejo por cierto, hablar de mi… Me paré frente a un espejo con bordes verdes claros, y un parcito de mariposas pegadas en sus esquinas, cuando justo esa mañana cálida el sol golpeaba fuerte a la ventana, definiendo destellos claros y brillantes sobre mí.  El espejo roto que me mira con crueldad, habla más que mil voces, agónicamente enfrentan mi mundo perfecto y dulce con lo que soy. Además, de una forma sarcástica, permite que mi pasado y mi presente se encuentren, se hagan amigos…  Ahora resulta que soy nada más y nada menos que una parte de aquél espejo, un pedazo roto y olvidado… Soy una estrella de una mañana, de una mañana súper clara, remotamente compleja, factor que la hace aún más inolvidable, y sin ir más allá, vulnerable. Soy un destello de luz que se asoma por la ventana, una palabra mal dicha, un sentimiento mal expresado, un abrazo cálido y oportuno, un beso inesperado. Soy quien vive y muere en una misma primavera. Quien asoma su puñal cuando nadie lo espera.  Aquella espina de una rosa, aquel pétalo que nadie toca. Soy frágil y sencilla, un suspiro de alegría, una armonía compuesta por el aire entre las colinas. Soy una rima asonante, y una corchea a sincopada, una extraña mezcla de pasión y locura… Salgo por las noches, festejo y derramo placer y sonrisas, descanso el corazón y las penas…

Soy una multitud de miradas, de pensamientos, de sueños, de ilusiones, de incoherencias, de aburrimientos, de eternos sentimientos, de doctrinas y palabras inexplicables… Soy el deseo de otro, la confabulación perfecta de verdades y mentiras. Soy lo que no soy, soy el sin fin de ideas de una mente sin fundamentos, soy la gota en el océano… 

Ya no sé si será dolor la sensación que viene pegadita a la idea de que todo lo que se hace sirve para nada. Simplemente estoy desvaneciéndome en la nada. Arrastrando pedazos de recuerdos, de rencores, de amores y desamores, incluso de sueños y utopías. Pero sigo... 

Te quiero por que sos como la Noche .-

Y vuelvo a la idea inicial, a la des-clasificación de archivos ocultos, a ese lugarcito pequeño que evitas todos los días porque en cada paso que das simplemente sientes los pies de él junto con los tuyos, porque sientes ese alegre y placentero aroma de su piel, de sus palabras, de sus risas, de su ironía frente a la vida, sí, su aroma... vuelves a ese suspiro pausado y delicado que llega cuando tu mente está a la deriva, o ¡peor aún! llega cuando entre tantas cosas buenas del día lo único que haces es reír y reír entre amigos por que la satisfacción de que no haya sido un día cabrón solo te queda celebrar, y ahí, en ese preciso momento, llega él, el suspiro, lento, pausado, el que te detiene la mente y el corazón, y como una maldita máquina del tiempo te lleva sorpresiva e inesperadamente a aquél momento, en el que su mirada y la tuya eran una, en el que tu sonrisa y la de él se detienen por el simple hecho de disfrutar la nada entre tanta multitud, en el que la vida no es más que un escenario lleno de recursos que son útiles para volver a sonreír, una flor, una caminata por un paseo lleno de gente, una  tarde con una guitarra y un tecito, un momento que detenga el tiempo... te lleva a aquél momento en el que las lágrimas no necesariamente significan dolor, en el que un adiós, puede ser el final más incierto e impredecible, puede significar un hasta nunca, o un hasta pronto... En el que una confusión se transforma en la mejor excusa para ver al otro, la mejor excusa para simplemente sentirlo a tu lado, en silencio, entre todos, pero sentirlo... Y con el fin del suspiro, se termina también el brillo de tus ojos, se terminan las risas y carcajadas, se terminan los sueños, las sonrisas en medio de la nada, termino yo.   Y te das cuenta que estás tú, contigo misma, ante la mágica realidad de lo sublime, de esa cosquillita en la pancita, esas sorpresitas inesperadas que cambian toda tu rutina, que rompen con todo lo "normal"   ¿ y qué?... ¿amor? -déjame decirte algo...

El amor no es un sentimiento bonito, que ciega tus sentidos…

Es una decisión que tomas día a día, que impulsa tus victorias, tus ideales, que derriba tus murallas, tus temores, que alimenta tus éxitos, que te viste de motivos para continuar sin importar que tan oscuro sea el panorama  y te embellece de seguridad contigo mismo, que te permite ver al otro tal como te ves tú, que no hace distinción en cosa alguna, que no permite la descalificación, que dibuja sonrisas aún en los rostros más atribulados, aun en las sequías emocionales y tormentosas batallas…

Es simplemente abrir tus ojos cada mañana, tomar aire y sonreír, volver a sonreír...