iNSiDE

We all begin out with good intent, when love is raw and young, we believe that we can change ourselves, the past can be undone, but we carry on our back the burdens time always reveals, in the lonely light of morning, in the wound that would not heal, it's the bitter taste of loosing everything , i've held so dear... FEAR!

presentes.-

2 abr 2018

Pensamientos de primavera

Amigo-pololo.
Qué es eso? Imposible! Eso jamás existió ni existirá. Es la falacia más grande de la historia!
No se puede ser amiga de la persona a la que amas, porque el amor lleva consigo un compromiso
con tonalidades distintas a las que lleva una amistad.

Ok. Sí, me rompieron el corazón -nuevamente- lloré, grité, comí helado y chocolates por toneladas.
Casi decido cortar y cambiar el color de mi cabello.
Casi decido volver a Chile y “empezar de nuevo” --porque ahora vivo en Estados Unidos.
Y sí, intenté retomar mi relación con él a través de diferentes medios por alguna u otra forma… No sé si yo soy ingenua, no sé si seré ciega, no sé si seré tonta…
Y bueno, aquí va un poco de ese desahogo común, pero necesario, que la gran mayoría de las mujeres vivimos. En cada quiebre o desilusión amorosa, las preguntas y cuestionamientos son siempre por el lado femenino. No nos basta con haber terminado una relación, o con haber sufrido lo suficiente cuando él decidió tomar distancia y seguir adelante; no, eso no fue suficiente. Necesitamos más daño para poder sanar de forma completa e íntegra. Y ahí es cuando nos refugiamos en noches de películas y chocolates. Pero señores, no hacemos eso de placer, lo hacemos simplemente porque necesitamos más preguntas y respuestas en nuestra cabeza. No nos basta con las palabras basuras y estúpidas que salieron de su boca, cuando dijo: “no tenemos química”; “estamos en diferentes páginas”; “somos muy diferentes”; “no tenemos gustos en común”; etc... Todas esas mierdas baratas no son más que palabras vacías, sin contenido ni explicación. Y a raíz de esto, es que nos enclaustramos en nuestras noches de películas endorfinizadas, simplemente porque con ellas, podremos escuchar o ver actitudes o palabras que responderán a una simple pregunta: "qué hice mal". Ven? las preguntas nunca giran en torno al qué sucedió mal, o qué hicimos mal, no. “Si tan solo supiera qué hice mal de seguro podría remediarlo y podríamos volver a estar juntos…” Todas, sí, TODAS hemos dicho esto ante un quiebre. Y por muy independiente que seamos, y por más que amemos nuestra hermosa y digna fortaleza, no podemos negar que una pequeña parte de nosotras grita culpabilidad. Miramos películas por horas simplemente tratando de encontrar esas maléficas frases que puedan recomponer nuestro corazón, pero olvidamos que nuestro corazón no es un actor de hollywood capaz de interpretar un papel de corazón roto y después protagonizar un “vivieron felices para siempre”. No.
Nuestro corazón es un músculo y una mierda bien llena de cosas que algunos le llaman sentimientos… bla bla… Sufrimos, lloramos, nos levantamos, nos amamos, nos ponemos felices de saber que somos bonitas, sonreímos, y recordamos lo que él nos dijo el 5 de diciembre a las 9 de la noche, y nos volvemos a tirar a la cama con otro litro de helado… Vemos otra vez “esa película”, nos lamentamos, nos culpamos, lloramos, gritamos, nos abrazamos, nos quedamos dormidas, despertamos con nuevas energías y comenzamos nuevamente el mismo círculo… Han pasado cinco meses y no le has escrito ningún mensaje por ninguna vía. Te sientes orgullosa de ti misma y de lo que has logrado durante estos meses: has eliminado su número, lo eliminaste de facebook, dejaste de seguirlo en instagram (pero tu instagram es público, de esa forma él puede seguir siendo testigo de tu “happy life”), eliminaste snapchat, no sabes nada de él y simplemente ya dejaste de escribirle pidiéndole que se junten “como amigos”... Estás orgullosa! Lo lograste!
Y con esto, incluso es posible que en el camino exista la posibilidad de recomponer un poco tu vida, y lograr otras cosas. Porque al final de cuentas, lo que importa, es avanzar. Las heridas dejan cicatrices y ellas son las encargadas de recordarnos una enseñanza.
Mi lección, es que pase lo que pase, al final del día, puedo mirar el cielo, respirar, sonreír, y entender que la vida sigue, y yo, quiero seguir con ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario